La fobia es en realidad un miedo pero de mucha mayor intensidad que trastorna la vida social y laboral de quien lo padece.
El miedo se convierte en fobia cuando el temor
es de tal intensidad que obliga al enfermo a evitarlo por todos los
medios y si falla este mecanismo podría desencadenársele una crisis de
pánico. Quienes sufren de fobia no pueden ni siquiera pensar en la causa
de su temor (objeto fobígeno) ya que les genera ansiedad anticipatoria
pensando en como evitarlo o como se las van a arreglar cuando no les
quede más remedio que enfrentarlo.
Un tipo muy conocido de fobia es la agorafobia
que es el temor a los espacios abiertos o a las multitudes que le
producen temor a no poder escapar de allí cuando lo necesiten.
Otro temor muy conocido es la claustrofobia que
es temor a los lugares cerrados o estrechos que provocan la idea de
sofocación, asfixia, encierro en el enfermo.
El temor a las alturas hay que diferenciarlo del
vértigo aunque a veces van de la mano. El temor a las tormentas hace
que quien lo padece este pendiente constantemente del cielo y la
meteorología y ante la más mínima insignificancia se ponen muy ansiosos y
preocupados.
Otros miedos frecuentes son a los insectos y
animales, el miedo o fobia social que es relativa al desempeño en
sociedad al cual se teme y se evita por sentirse totalmente incapaz. Se
agudiza en situaciones en la que hay que socializar, personas nuevas
(desconocidos), dar conferencia, etc.
Desde la Homeopatía Unicista
es posible tratar eficazmente los miedos y fobias ya que estos están
relacionados a situaciones no superadas, alteraciones emocionales
profundas, recuerdos desagradables, etc.
Cuando se hace un tratamiento homeopático el remedio actúa en todos los niveles de profundidad y en la historia
de ese enfermo equilibrando el funcionamiento celular en general.